Saint Patrick´s day, o el Día de San Patricio, se celebra un tal día como hoy, 17 de marzo, y se trata de un festejo en honor al santo patrón de Irlanda. Curiosamente se ha convertido en una de esas fiestas que podríamos denominar “multinacionales”, puesto que traspasa barreras y fronteras, formando parte de la cultura popular de cientos de lugares alrededor del mundo. ¿Y esto por qué es así? Pues lo cierto es que podemos encontrar inmigrantes irlandeses o de ascendencia irlandesa casi en cualquier parte del globo. Pero también es cierto que el carácter irlandés es un carácter que gusta, que atrae, digamos que hermana y que cae bien. Por un día, todos somos verdes. Todos queremos ser un poco irlandeses.
San Patricio era escocés
Pero antes de meternos de lleno en los festejos de esta celebración mundial, vamos a los orígenes. Todo este espectáculo verde se forma en honor a San Patricio, que como ya hemos dicho es el patrón de Irlanda. Aún a día de hoy no se puede afirmar con total seguridad cuál fue el lugar de nacimiento de este santo. Pero todo apunta a que seguramente vino al mundo en el año 387 y rodeado por las suaves colinas de Kilpatrick, lugar que se encuentra a corta distancia de Dumbarton. ¿Y dónde encontramos Dumbarton en el mapa? Pues en la Escocia Central. De todas formas, siempre han sido pueblos muy hermanados los irlandeses y los escoceses. Lo que sí se sabe es que su padre ostentaba el rango de oficial dentro del ejército romano y que se llamaba Calpurnious. No tuvo una vida fácil, puesto que tan sólo contaba con 16 años cuando fue apresado, curiosamente, por piratas irlandeses. Estuvo retenido como prisionero para más adelante ser vendido en condición de esclavo. Durante este tiempo, San Patricio estuvo viviendo en la isla de Irlanda, años que le bastaron para aprender otro idioma: el celta. Pero el despierto patrono pudo al fin lograr escaparse y huyó tan pronto como pudo a la vecina Francia. Tenía un objetivo claro: quería prepararse para formar parte de la vida monástica. Tanto fue así que lo consiguió y fue nombrado sacerdote. Años más adelante, cuando San Patricio ya tenía 46 años, tomó una importante decisión: quería volver al país que lo tuvo preso, al país al que llegó en calidad de esclavo. Su meta era lograr evangelizar a todos los habitantes de la Isla Esmeralda.
El Verde inunda las calles
Es nombrar la palabra Irlanda y a todos nos viene a la cabeza el color verde. Y es que si hay un territorio que pueda llevarse la medalla por este color es ella. La vieja Irlanda. La Isla Esmeralda. Y son muchos los símbolos de este color que están asociados a los irlandeses, a su cultura y a sus tradiciones. Si por ejemplo yo te preguntara qué imagen te viene a la cabeza cuando escuchas el nombre de la verde patria, seguro que diríais el trébol.
Sí, el trébol. Una de las plantas más mágicas del mundo. Cuántas veces te has parado delante de una planta de tréboles esperanzado de encontrar uno que contenga cuatro hojas. El trébol de la suerte. Pues el que a nosotros nos concierne es el de tres, el símbolo de Irlanda por antonomasia. Pero esto también tiene una explicación un tanto mística, podríamos decir. San Patricio volvió a Irlanda porque tenía como fin evangelizar a sus ciudadanos paganos, quienes eran celtas y adoraban a varios dioses. El patrono utilizó un trébol de tres hojas para explicarles cómo la Santa Trinidad (que está constituida por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo) se constituía en un solo Dios, al igual que las tres hojas constituían una única planta.
Pero no es el trébol de tres hojas el único símbolo que está relacionado con la tradición irlandesa. Es la tierra verde, de brumas, donde todo invita a la magia, a lo imposible, donde el mundo real se mezcla con el de la fantasía. Irlanda nos evoca bosques donde encontrarnos con los Leprechaun, los gnomos, duendes o trasgos no nos parece algo tan imposible. Y es que desde la cultura irlandesa nos llegan historias increíbles pero que han sido asimiladas en muchas partes del mundo. ¿Quién no mira ahora un arcoíris y piensa que si llegáramos a donde comienzan sus colores nos encontraríamos un tesoro inimaginable? Pues son ellos, los leprechaun, los pequeñitos hombrecillos verdes que codician el oro los que lo guardan. Así que ya sabes: si ves a uno saltando por las calles hoy, síguelo, no lo pierdas de vista, pues podrías descubrir algo fabuloso.
Nos vamos de fiesta!
Es día 17 de marzo y conmemoramos la muerte de Saint Patrick. Así que si eres de esas personas a las que les gusta el ambiente de pub, qué mejor que un pub irlandés. Seguro que tienes alguno cerca de tu lugar de residencia. Y si vas esta noche muchos serán los cánticos irlandeses acompañados de música en vivo los que podrás disfrutar. Pero no te olvides de vestir el famoso gorro verde de gran tamaño que todo irlandés que se precie vestiré hoy. También has de ir disfrazado. El disfraz de duende es uno de los favoritos, aunque también basta con que lleves algo del color esmeralda, aunque sea una camiseta. Hay quien se pinta los tréboles de tres hojas en las mejillas o en la frente. Pero este color no sólo se queda en la vestimenta: ventanas, balcones, cristales. Pero aún más: las pintas de cerveza hoy también cogen el color de la esperanza. ¿Esto es posible? Sí.
Y es que esta festividad está llena de curiosidades, símbolos e historias que contar. La cerveza verde no podía ser menos. La ves y parece un líquido procedente de otro planeta, llamativo y brillante. Pero no es un tipo de cerveza especial. Se puede obtener a partir de cualquier cerveza rubia a la que se le añade un tipo de colorante comestible. En algunos lugares incluso le añaden un toque de menta para darle más sabor. Esta tradición comenzó ya como producto de la rebeldía propia de los universitarios irlandeses en tiempos de ciertas dificultades sociales.
Pero en ciertos lugares aún van un paso más allá, y hasta la comida adquiere este color. Claro, está el brócoli, pero hay otros alimentos, como un rico estofado hecho a base de patatas, al que también colorean con el verde esmeralda. La sociedad se vuelve duende por unas horas. Desde luego no podemos decir que la fiesta de San Patricio no va más allá de una simple fiesta: hermana pueblos.
Es una fiesta que se ha extendido muy lejos de las fronteras de Irlanda. En Estados Unidos, por ejemplo, hasta los ríos se tiñen de verde. Y lo mismo pasa en ciertas partes de Sudamérica. Esta noche el mundo de la fantasía abre sus puertas y acoge a grandes y a pequeños. La locura verde llega a todos los rincones del mundo y no vas a ser tú el único que se la pierda, ¿a que no?